Mitos y verdades sobre las patatas durante el embarazo
Durante el embarazo resulta fundamental cuidar al máximo la dieta y la alimentación. Además existen algunos alimentos bastante polémicos que deben evitarse o al menos es importante moderar su consumo, aunque también otros que aportan múltiples beneficios a la salud de las embarazadas. En este artículo te hablamos del consumo de patatas durante el embarazo y te contamos los principales mitos y verdades que envuelven a este alimento y a su consumo por parte de las embarazadas.
Pueden producir diabetes
Diferentes investigadores explican y defienden que las patatas en el embarazo deben consumirse con precaución porque a algunas mujeres pueden producirles procesos de diabetes del embarazo ya que se trata de unos alimentos que tienen mucho almidón. El almidón es una sustancia que absorbe el cuerpo de forma inmediata nada más consumirla. De esta forma, cuando una embarazada come una patata libera bastante insulina para poder procesar los almidones y esto puede provocarle diabetes.
Ahora bien, todos los expertos coinciden en que un consumo moderado de patatas durante el embarazo de una o dos veces por semana controlando las cantidades y la forma de cocinarlas no tiene por qué ser perjudicial para la salud de las embarazadas ya que las patatas también aportan muchos beneficios para la salud, como veremos en los puntos siguientes.
Cuidan la presión
Hemos querido continuar ampliando la información relativa a los beneficios reales de las patatas y hemos consultado con expertos, y nos han explicado que en relación a las embarazadas las patatas también permiten regular su salud porque contribuyen a cuidar su tensión arterial y a regularla de forma eficiente. Esto sucede porque las patatas aportan fibra saludable, que también ayudará a las embarazadas a minimizar el riesgo de estreñimiento, a mantener a raya el colesterol y en general a mejorar el funcionamiento de la insulina.
Aportan vitamina C
Las patatas aportan diferentes beneficios a la salud de todas las personas, y por tanto también a las mujeres embarazadas. Con las patatas se favorece el desarrollo saludable de los bebés porque aportan al organismo de las mujeres embarazadas la vitamina C que éstas necesitan para ellas y para su bebé. Con la vitamina C se consigue proteger de forma eficiente el cerebro del futuro recién nacido.
Ayudan a descansar a futuras madres
Por otro lado, el consumo de patatas durante el embarazo también es una gran alternativa para que las futuras madres puedan descansar mejor gracias a las vitaminas, nutrientes y minerales que aporta. Es por tanto una gran opción también para conseguir que las madres se encuentren bien y fuertes a nivel físico y mental durante todo el embarazo.
Son anti inflamatorias
Por otro lado las patatas también son anti inflamatorias, lo cual es muy importante para las mujeres embarazadas que ya de por sí suelen encontrarse mucho más hinchadas de lo normal porque les permite sentirse mucho mejor.
Protegen la piel
Además las patatas durante el embarazo permiten a las embarazadas cuidar al máximo su piel. Casi todas las embarazadas suelen ver como su piel se llena de manchas y las patatas son, según los expertos, una gran alternativa para evitarlo, así como también una gran opción para terminar con el acné debido a las vitaminas que aporta, al potasio, al fósforo y al magnesio.
No se debe abusar
En conclusión, los expertos coinciden en que las patatas son saludables durante el embarazo siempre y cuando se consuman de forma moderada y controlada, para poder aprovecharse de todo el aporte de vitamina C, fibras y potasio que suponen para las embarazadas, así como también de resto de beneficios para su piel y para el crecimiento de los bebés ya reseñados.
Los expertos explican que el consumo debe ser moderado, pero que las patatas no tienen por qué eliminarse de la dieta de las embarazadas siempre y cuando se cocinen de forma saludable, asadas o cocidas, y se tomen con alimentos saludables como los vegetales o las proteínas de calidad. Además es importante tener en cuenta a la hora de hervirlas que debe hacer siempre con la piel lavada en lugar de pelada. Esto es importante para poder aprovechar todos sus nutrientes porque la piel consigue retenerlos cuando se calientan y se cocinan.