Propiedades de la avena
La avena se ha convertido en uno de los desayunos más sanos y completos. Se trata de un cereal muy nutritivo y beneficioso para nuestra salud, y se puede combinar de muchas maneras.
Se puede consumir de diversas formas y en muchos momentos, aunque se ha popularizado su uso a la hora del desayuno ya que se trata de un alimento que nos aporta energía y nutrientes, por lo que tomarlo de buena mañana nos ayuda a enfrentarnos al día con más fuerza.
Por norma general, lo más común es consumirla en forma de copos de avena, añadiendo algo de leche, yogur o fruta para así combinarlo con otros nutrientes y, además, darle más sabor. Estos copos también se pueden utilizar a modo de ingredientes para realizar repostería, como galletas de avena. Sin embargo, se trata de un cereal tan versátil que podemos encontrarlo en grano, en bebida, en harina o en salvado, y todas estas formas tienen su uso particular.
Beneficios de la avena
La avena es un elemento muy rico en nutrientes y deberíamos integrarlo en nuestra alimentación diaria, ya que nos aporta mucha energía. Además, cuenta con una serie de ventajas y beneficios para nuestra salud que nos ayudan a estar más sanos.
Regula el tránsito intestinal. La avena tiene un alto contenido en fibra, lo que ayuda a regular el tránsito intestinal. El tipo de fibra en la que la avena es rica es la llamada betaglucano, un tipo de fibra soluble que ayuda a potenciar la flora intestinal y a proteger las mucosas. Así, la avena tiene un efecto probiótico en nuestro organismo.
Antioxidante. Esta propiedad de la avena contribuye a mejorar el funcionamiento de nuestro organismo, ya que previene la oxidación de las células y por lo tanto previene el envejecimiento, y además regula la presión arterial. Este componente también hace de la avena un excelente vasodilatador, mejorando así la circulación sanguínea.
Reduce el colesterol. La fibra soluble que contiene la avena ayuda a reducir los niveles de colesterol malo, lo que, acompañando sus cualidades antioxidantes, contribuye a mejorar la salud cardiovascular y a prevenir enfermedades relacionadas con esta parte del organismo.
Regula el azúcar. La avena, al ser rica en una fibra tan valiosa como es el betaglucano, ralentiza el paso del azúcar tras consumirlo, por lo que ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre. A raíz de esto, se trata de un alimento muy recomendable en personas que padecen diabetes tipo 2. No obstante, me gusta hacer hincapié en que cualquier alteración en nuestra dieta debe ser consultada con un médico, especialmente si se tienen condiciones similares.
Ayuda a bajar de peso. Se trata de un cereal muy saciante y de digestión lenta, lo que quiere decir que al consumir avena tardaremos bastante tiempo en volver a tener hambre. Además, si decidimos incorporar la avena como nuestro desayuno diario, esta rutina nos ayudará a mantener nuestro peso, ya que nos nutre y sacia a partes iguales.
Ayuda contra el estreñimiento. Al ser un cereal con un alto porcentaje en fibra, como ya hemos comentado anteriormente, la avena ayuda a regular el tránsito intestinal, por lo que contribuye a combatir el estreñimiento.
Contraindicaciones de la avena
Pese a ser un alimento con múltiples beneficios para nuestra salud, hay ciertas circunstancias en las que debemos limitar nuestro consumo de avena.
Al ser una fuente tan rica de fibra, la avena es muy útil para regular el tránsito y mejorar el estreñimiento, pero no se recomienda consumir avena si tenemos otro tipo de problemas intestinales como la diarrea, ya que lejos de combatirla probablemente la acentuará. Debido a esto mismo, tampoco se recomienda tomar avena si se padecen enfermedades inflamatorias relacionadas con el intestino.
Las personas con hipertiroidismo también deberán tener cuidado con este cereal, ya que tiene un alto contenido en yodo y podría empeorar su situación, por lo que siempre es recomendable consultar con un médico qué alimentos son los que más nos benefician teniendo en cuenta nuestras circunstancias.