Propiedades de la cúrcuma

La cúrcuma es una planta con diversas propiedades, tanto medicinales como culinarias. Se trata de una de las especias más famosas de la India, de donde es originaria, y tiene un sabor picante característico de los platos de esa región.

Es conocida por su fuerte sabor y por su color amarillo oscuro, parecido al del azufre, motivo por el cual también se le conoce como azufre de Indias, y se emplea como condimento muy a menudo a todo lo largo del mundo, ya no solo para dar sabor y color a nuestros platos sino también para aportar nutrientes a nuestras comidas.

Beneficios de la cúrcuma

Es desintoxicante y anticancerígena. Como ya hemos mencionado, la cúrcuma es un elemento con cualidades muy beneficiosas para nuestra salud. Hay una serie de estudios que han confirmado que la cúrcuma ayuda a reducir la multiplicación de células cancerígenas, especialmente en casos como el cáncer de pulmón, aunque actualmente se están investigando sus efectos en otros tipos de cáncer como puede ser el de piel. Asimismo, la cúrcuma refuerza el hígado y ayuda a eliminar toxinas que pueden perjudicar a nuestro organismo.

Facilita la digestión. Es un buen condimento que añadir a nuestros platos, ya que favorece el proceso de la digestión, ayuda a digerir los alimentos y previene la formación de gases, por lo que evita la hinchazón del abdomen y los dolores asociados a estos.

Ayuda a perder peso. La cúrcuma ayuda a acelerar el metabolismo y a movilizar las grasas, por lo que resulta un elemento importante en la dieta de quien pretende bajar de peso, pues limita la extensión del tejido adiposo.

Combate el colesterol. La cúrcuma ayuda a controlar el colesterol, ya que contribuye a disminuir los niveles del colesterol negativo, sin afectar al positivo, pero incrementando así la salud cardiovascular.

Favorece la circulación. A raíz de sus muchas ventajas, la cúrcuma evita la coagulación de sangre y favorece la circulación. Además, teniendo un efecto beneficioso en los niveles de colesterol, ayuda a mejorar y a mantener la salud cardiovascular, y contribuye a prevenir enfermedades neurodegenerativas como pueden ser el Alzheimer o el Parkinson.

Previene y calma la artritis. La cúrcuma tiene propiedades antiinflamatorias, por lo que es muy beneficiosa para cualquier trastorno relacionado con la inflamación, como es la artritis. Se recomienda la cúrcuma para tratar este tipo de afecciones, pues sus efectos llegan a ser similares a los de los fármacos específicamente diseñados para tratar con enfermedades de esta índole, pero no contiene toxicidad, al contrario que la medicación química.

La cúrcuma, además, puede ser beneficiosa aun sin ingerirla, ya que tiene una serie de propiedades que pueden afectarnos aun sin necesidad de consumirla.

Efecto desinflamatorio. Ya hemos comentado que la cúrcuma es antiinflamatoria, pero esta propiedad no solo se aplica una vez hemos ingerido el condimento, sino que también puede aplicarse sobre la piel para tratar cualquier irritación epidérmica, como pueden ser llagas, quemaduras o picaduras de cualquier insecto.

Alivio y ayuda a la cicatrización. La cúrcuma también puede ser útil para paliar algún tipo de malestar en la garganta, mezclando los polvos de la cúrcuma con agua y haciendo gárgaras con esta; o formando una pasta que pueda expandirse por heridas físicas, acelerando así el proceso de cicatrización de estas.

Contraindicaciones de la cúrcuma

Debido a la propiedad anticoagulante de la cúrcuma, es recomendable que se consulte a un médico antes de emplear este condimento como medida anticoagulante, especialmente si ya estamos consumiendo algún tipo de fármaco explícitamente diseñado para ello, ya que de lo contrario podríamos potenciar el efecto del medicamento y dar paso a riesgos mayores.

Asimismo, no es recomendable que las mujeres embarazadas o en proceso de lactancia consuman cúrcuma, ya que podría afectar al embrión dada su cualidad anticoagulante, condición que no resulta beneficiosa durante el embarazo. Tampoco es recomendable que la consuman niños menores de tres años.

También es importante tener siempre en cuenta que nada en exceso es bueno, por lo que esta especia también ha de consumirse con moderación. Pese a ser una especia y a no haber riesgo si lo usamos puntualmente para condimentar nuestras comidas, en caso de querer utilizarlo para tratar algún tipo de enfermedad sí deberemos consultarlo con nuestro médico, pues este sabrá siempre mejor que nosotros la cantidad que nos será beneficiosa, y la cantidad que nos resultará perjudicial.