Propiedades del té negro

El té negro, al igual que el té verde o incluso el té blanco, es una infusión que proviene de las hojas de Camellia sinensis. A diferencia de las variedades mencionadas, el té verde es una infusión que se obtiene a partir de un mayor grado de oxidación. Por ese motivo, esta variedad de té adquiere este color tan característico —y para algunas personas, alarmante—, al igual que su aroma que se intensifica. Otra de las principales distinciones que caracterizan a este tipo de té es que cuenta con una dosis de cafeína mucho más elevada que los tés que tienen un nivel de oxidación menor. Así mismo, sus propiedades y beneficios se intensifican de manera paralela.

En cuanto al valor nutricional del té negro, merece la pena destacar que cuenta con una gran variedad de nutrientes. El té negro puro contiene polifenol —que se trata de un tipo de antioxidante, como son las catequinas, las antocianinas y los ácidos fenólicos—, sodio, potasio, cafeína, tanino, oligoelementos y algunas vitaminas.

A continuación, analizamos cuáles son las principales ventajas del té negro, así como sus contraindicaciones y los casos en los cuales debe ser evitado su consumo. ¡Comenzamos! 

Beneficios del té negro

Estimula el sistema nervioso: Una de las principales características del té negro es la cantidad de cafeína con la que cuenta. En tan solo una taza de té podemos obtener unos 50 mg de cafeína. Esta es una sustancia que resulta de gran utilidad para estimular el sistema nervioso —y con ello, mejorar la concentración—, así como para relajar los músculos lisos —o bronquiolos— de los conductos de los pulmones, estimular el corazón y actuar como diurética.

Disminuye las enfermedades coronarias: La cafeína, al igual que algunos antioxidantes del té negro, resulta de gran utilidad para prevenir e, incluso, disminuir las enfermedades coronarias. De hecho, un estudio publicado en 2001 por la Universidad de Boston descubrió que esta infusión —sin mezclarla con leche— revierte la disfunción endotelial, responsable de muchas enfermedades vasculares. 

Mejora la circulación: El té negro resulta un excelente vasodilatador. Esto ayuda a que la circulación de la sangre sea mejor, evitando obstrucciones en el torrente sanguíneo y permitiendo que este oxigene y nutra adecuadamente el cuerpo humano. Así mismo, evita la posibilidad de sufrir un infarto.

Es antioxidante: El té negro cuenta con varios antioxidantes, concretamente en forma de polifenoles. Estos resultan de gran utilidad para acabar con los radicales libres que son los responsables del envejecimiento prematuro de la piel, así como para prevenir la aparición de enfermedades como el cáncer, a causa de la modificación del ADN que provocan los radicales libres.

Ayuda a bajar de peso: Otro de los beneficios del té negro es su función como aliado para ayudarnos a bajar de peso. Y es que la infusión de té negro contiene una gran cantidad de teína. Esta sustancia ayuda a que el organismo trabaje a mayor velocidad, además, de aumentar el metabolismo. Sin olvidarnos del efecto diurético de la cafeína mediante la cual se eliminan las toxinas acumuladas en el cuerpo, así como los líquidos que podamos haber retenido.

Contraindicaciones del té negro

Entre las principales contraindicaciones y efectos secundarios del té negro, nos encontramos que esta infusión no es recomendada, sobre todo, para las personas que padecen de hipertensión. Esto es debido a que el té negro contiene una gran cantidad de alcaloides —como son la cafeína y la teína— que alteran el sistema nervioso de las personas que padecen hipertensión, además de poder ocasionar arritmias.

Otra de las principales contraindicaciones del té negro es que esta sustancia afecta a la absorción del hierro. Es decir, interviene en el proceso de la absorción del hierro, impidiendo que esta se realice correctamente. Por este motivo, no es recomendado que se ingiera inmediatamente antes de las comidas. Si la persona tiene los niveles de hierro bajos es posible que la infusión constante de té negro pueda ocasionarle, incluso, anemia.

Entre las desventajas del té negro nos encontramos, también, que si este se consume en exceso, puede derivar en una excesiva acción diurética, pudiendo ocasionar una falta de minerales esenciales como el sodio en nuestro organismo, así como provocar síntomas astringentes debido a sus taninos —esta propiedad no es negativa si el cuerpo la necesita, ya que ayuda a cicatrizar heridas o a desinflamar pero, en caso de que la necesita, tiende a retraer los tejidos—.